Es natural que el viajero se asuste e incluso no descanse en Obmur su primera noche. No es que en la ciudad no halla hospedias ni camas cómodas: es por el sueño. Desde la antigüedad se sabe que el que llega a Obmur sueña en su primera noche su destino. Por la mañana cada uno, conocedor ya de su futuro, descansa o teme el día que empieza. Por eso, cuando Etreum se despertó al alba, quedó sorprendido porque su sueño estaba vacío. Pregunto a los sabios y a los ancianos del lugar, pero no supieron descifrar un sueño vacío. Unos le dijeron que tenía su vida por llenar y que era signo de alegría, ya que podía forjarse su destino. Otros en cambio le dijeron que aquello no podía representar otra cosa que, en su vida, ya no quedaba nada por delante. Sin embargo Etreum, no satisfecho con las respuestas, buscó significado en la biblioteca y descubrió su verdad, al igual que todo aquel que vive en Obmur. El ya no vivía.
"El triunfo de la muerte" de Brueghel el Viejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario