Así que morirse era esto
Así que morirse era esto. Permanecer estático, aséptico, físico.
Merodear a cada momento el pasado y mascarlo como se masca una novela en
el césped de la piscina.
Deambular el día a día; descubrir los sentimientos derretidos resbalándose por las paredes de la cabeza por la noche.
Tengo la cabeza a punto de estallar y una arcada me ronda la boca del estómago desde hace meses. La vida pasa; se amontonan a mi alrededor los instantes hasta que los borro con una mirada de indiferencia.
Así que vivir era esto.
Así que vivir era esto. Sentir la carne eléctrica. Reconocer el instante saciante.
Permanece sentada en cuclillas, apurando ansiosamente un cigarro. Su cuerpo pequeño, casi infantil, hace que al principio no te fijes en sus cicatrices. Muchos no la ven nunca… pasan sobre ella aéreos, delebles, impermeables.
La tarde acaba de empezar y la gente se disuelve en la calle Mayor como hormigas atareadas.
Tengo la cabeza a punto de estallar y una arcada me ronda la boca del estómago desde hace meses. La vida pasa; se amontonan a mi alrededor los instantes hasta que los borro con una mirada de indiferencia.
Así que vivir era esto.
Así que vivir era esto. Sentir la carne eléctrica. Reconocer el instante saciante.
Permanece sentada en cuclillas, apurando ansiosamente un cigarro. Su cuerpo pequeño, casi infantil, hace que al principio no te fijes en sus cicatrices. Muchos no la ven nunca… pasan sobre ella aéreos, delebles, impermeables.
La tarde acaba de empezar y la gente se disuelve en la calle Mayor como hormigas atareadas.
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