Este libro recoge las memorias de Luis Buñuel. Jean Claude Carrière recoge la voz de Luis Buñuel y la ordena durante dieciocho años en Mi último suspiro. Juntos realizaron seis películas: El diario de una camarera, Belle de Jour, La vía Láctea, El discreto encanto de la burguesía, El fantasma de la libertad y Ese oscuro objeto del deseo.
Este libro cayó en mis manos hace muchos años. La verdad es que lo recogí de la pequeña biblioteca de casa de mi abuela en Binéfar. El libro es de mi tía Carmen. Mucho tiempo después me lo regaló.
Es un libro editado en Plaza&Janes; en primera edición en abril de 1982 y en segunda (ejemplar que leo ahora) en febrero de 1983.
Mi último suspiro comienza hablando de la memoria, las lagunas, el alzheimer, el sueño, la amnesia, el olvido.
En las siguientes páginas Luis Buñuel nos traslada a su infancia en Calanda; nos habla de su casa, de la torre, el entorno y las cenas con lámparas de aceite. Nos habla de su nacimiento en la Edad Media; en esa España profunda de principio del siglo pasado en que el sexo, la fé y la muerte marcan a Luis Buñuel profundamente. Termina este primer capítulo con un guiño al Milagro de Calanda y otros pasajes que hacen entender un poco mejor el cine de Luis Buñuel y su filmografía: su primer visionado de una película, su teatro (regalo de sus padres a la vuelta de un viaje), el lugar desde donde veía tres películas diarias.....
Hace en esta primera parte una alusión a la revista "El Motín" publicación anarquista y ferozmente anticlerical de la cual existen ejemplares digitalizados recogidos en este blog.: http://elmotin.blogspot.com.es/
Continua "Mi último suspiro" con una breve historia de su padre y como gana una fortuna en Cuba; el paso por los Jesuitas; pasaje en el que se advierte la fuente de algunas de sus obsesiones posteriores y una reseña muy especial al cine.
Luis Buñuel da acceso en sus memorias a un pasaje que escribe su hermana Conchita unos años antes en la publicación Positif y que deja constancia de sus aventuras en Calanda, su relación con las arañas y la incipiente forma de ver la vida de un joven Luis Buñuel.
Aquí intercala Buñuel un capítulo que me hizo reír e identificarme con él respecto a los viajes en avión y la ginebra: "Los placeres de Aquí abajo". En él, Luis Buñuel nos habla de la ginebra, de los bares y de cómo el alcohol le era necesario para crear; eso sí, en su justa medida. Yo siempre he dicho que para mí la resaca es un estado de creación óptimo.
En estas líneas cuenta anécdotas curiosas de su vida en Estados Unidos durante la Ley Seca, o sus tendencias en vinos. El capítulo comienza: "Yo he pasado en los bares horas deliciosas." Creo que sería una estupenda primera frase para un relato corto.
Llega ahora un interesante capítulo: La residencia de Estudiantes de Madrid (1917-1925) pero dejaré este y otros capítulos para un segundo o tercer post ya que si no, se alargará mucho.
Luis Buñuel da acceso en sus memorias a un pasaje que escribe su hermana Conchita unos años antes en la publicación Positif y que deja constancia de sus aventuras en Calanda, su relación con las arañas y la incipiente forma de ver la vida de un joven Luis Buñuel.
Aquí intercala Buñuel un capítulo que me hizo reír e identificarme con él respecto a los viajes en avión y la ginebra: "Los placeres de Aquí abajo". En él, Luis Buñuel nos habla de la ginebra, de los bares y de cómo el alcohol le era necesario para crear; eso sí, en su justa medida. Yo siempre he dicho que para mí la resaca es un estado de creación óptimo.
En estas líneas cuenta anécdotas curiosas de su vida en Estados Unidos durante la Ley Seca, o sus tendencias en vinos. El capítulo comienza: "Yo he pasado en los bares horas deliciosas." Creo que sería una estupenda primera frase para un relato corto.
Llega ahora un interesante capítulo: La residencia de Estudiantes de Madrid (1917-1925) pero dejaré este y otros capítulos para un segundo o tercer post ya que si no, se alargará mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario