Para que no se enteren de que me he marchado; a ella, le hice suspirar al verle entrar en la casa; a él, le hice escribir una nota de cariño, que luego sujetó a la nevera con la fotografía de su viaje de novios encerrada en un imán. Ya no son niños para estar jugando a amar, ya no son niños para jugar al amor; conmigo.
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