Nubes con forma de pistola es un blog sobre música y libros; comics y poesía; sueños y realidades.
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sábado, 20 de diciembre de 2014
I'm a lonely boy | {Las Teclas de Negro}
Oh, I got a love that keeps me waiting
I'm a lonely boy
I'm a lonely boy
Oh, I got a love that keeps me waiting
Malditas esperas
lunes, 28 de abril de 2014
El espejo. Rumbo a Obmur
Podría el inculto sorprenderse al saber que en Obmur no hay espejos. Incluso los escaparates de las tiendas son opacos para evitar el reflejo y las aguas del río son tintadas antes de entrar en la ciudad. En Obmur los espejos fueron prohibidos desde en inicio de los tiempos ya que, llamados los fundadores a crear la más hermosa de las ciudades, imaginaron a Obmur con altos rascacielos iluminados durante todo el día por los dos soles, fuentes de agua cristalina que manaba a través de canalizaciones por toda la ciudad, jardines laberínticos en los que perderse sería un placer y cada una de estas cosas y más que idearon, fueron plasmadas en los planos de la ciudad. Acordaron igualmente todos los sabios y arquitectos en que cada uno de los constructores pondría en su obra, ya fuera acera o palacio, lo más íntimo de su alma, construyendo así una ciudad interior, etérea, divina. Comenzó el pueblo a construir su ciudad y desde las más lejanas regiones del imperio llegaron colonos a vivir entre sus murallas, más los sabios no caían en su asombro, ya que, conforme se construía la ciudad, más horrorosa parecía esta. Al terminarla se alzó ante ellos Obmur, no la Obmur por ellos imaginada sino la Obmur inversa, la reflejada en su imaginación, ya que durante su construcción cada uno puso en ella lo más profundo de su alma. Es por eso que en Obmur los espejos están prohibidos, ya que en su reflejo dan otro punto de vista, reflejan el alma.