Páginas

martes, 26 de junio de 2007

Permanecer


Simplemente permanecer. Despertarte un día después de llevar mil siglos muerto y descubrir que permaneces.
Sobrevivir, recorrer los días y reconocer hasta el último poro de las simétricas noches. Resistir, latir secretamente como semilla en el lunes, en el martes, en el miércoles, en el jueves, en el fin de semana y aguantar un suspiro frente al siguiente lunes tan igual al anterior como al próximo.
Pero un día descubrir que permaneces, que estás ahí, aunque no te lo termines de creer; reconocerte tras toda esa losa de días, tras ese muro que reconstruyes minuciosamente segundo a segundo no vaya a ser que alguien venga y con la punta de su dedo toque tu corazón y un terremoto te recorra como un galgo y se abra tu telón y el aforo te mire y te vea sin máscara, sin maquillaje, sin corazón coraza.
Permanecer para un día recobrar todos los días, para que ese instante recompense las noches, permanecer para vivir, sobrevivir para permanecer o simplemente desvanecerse anónimo, fugaz, seguro de sí mismo como un perro o un ferrocarril.

miércoles, 20 de junio de 2007

Rendijas

Noto mi corazón latir...bum, bum, bum, bum.......la respiración nasal, entrecortada.
Me he escondido en el armario de final del pasillo. Miro a través de una pequeña rendija su silueta. Sé que me busca. Ha cumplido su promesa y viene a por mi.
Dentro de nada todo habrá terminado.

sábado, 9 de junio de 2007

Mínimos ( Vivencias en una terraza de cualquier ciudad)

Es mínima tu voz cuando dices que te marchas
y mínima tu ausencia cuando pienso en ti.
Mínima es mi alegría cuando estas cerca y no te puedo imaginar.
Mínima y azul, como el cielo que abarco
mínima y vulnerable, como una llama en el mar
mínima mi alma, cuando no estás.



Juan Carlos García Cazcarra